Algo Para Recordar
Un consejo que nos hace meditar.
Hace muchísimos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre. Mientras conversaba sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de las personas adultas; el padre revolvía pensativamente los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su hijo.
"Nunca olvides a tus amigos", ¡aconsejó!, "Serán más importantes en la medida en que envejezcas".
"Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura vayas a tener, tu siempre necesitarás de amigos. Recuerda ocasionalmente salir con ellos, realiza actividades con ellos, telefonéalos..."
"¡Que extraño consejo!" pensó el joven. "Acabo de ingresar al mundo de los casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que iniciaremos ¡serán todo lo que necesito para dar sentido a mi vida!"
Con todo, él obedeció a su papá; mantuvo contacto con sus amigos y anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años, él fue comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba. En la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y misterios en un hombre, los amigos resultaron baluartes de su vida.
Pasados unos muy buenos años de vida, he aquí lo que aprendió:
- El tiempo pasa inexorablemente.
- La vida continúa a pesar de todo.
- La distancia separa.
- Los niños crecen.
- Los empleos van y vienen.
- El amor se debilita.
- Las personas no hacen lo que deberían hacer.
- El corazón se rompe.
- Los padres mueren.
- Comienzas a recordar cosas que no te interesan y olvidarte de todo lo demás.
- Los colegas olvidan los favores.
- Las carreras terminan.
- Se cae el pelo.
- Pueden llover algunos juicios.
- Te das cuenta que tomar sol no es nada bueno.
- Cada vez se ve menos.
- Si eres golfista, pierdes distancia en los drives y gran parte de tu juego corto.
- Comienzas a jugar mejor de recuerdos.
- Vuelves a leer los clásicos.
- Hablas más de buenos vinos, habiendo tomado alguna vez “Crespi”.
- El Cine Argentina te trae más recuerdos que nunca.
- La bolsa te pega por lo menos dos veces.
- Has aprendido que significa realmente “El Corralito”.
- Vistes un presidente negro en EEUU.
- Te da ganas de visitar tu barrio de la juventud.
- Te empieza a gustar más el tango.
- Te da deseos de ser parte de la “AAFG” para estar más cerca tus amigos.
Más los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren. Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo barra por ti, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o bendiciendo tu vida.
Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos de cuanto necesitaríamos unos de otros.
Mensaje recibido por Internet y adaptado para la AAFG
|